Demencia: El lado lúdico y teatral de la gastronomía de Santiago contado por el chef Benjamín Nast

La escena gastronómica chilena ha experimentado una notable evolución en los últimos años, impulsada por chefs innovadores que combinan tradición y creatividad. Entre ellos destaca Benjamín Nast, chef y visionario detrás del aclamado Restaurante DemenciaCon una trayectoria de casi dos décadas y formación en Europa, Benjamín ha sido testigo de primera mano de los desafíos y oportunidades que enfrenta la gastronomía chilena en un mundo cada vez más globalizado.

Benjamín Nast, con casi dos décadas de experiencia en la cocina, ha forjado su camino en la escena culinaria latinoamericana a través de una combinación de aprendizaje y experimentación. Formado en las cocinas de Europa, en países como España, Francia y Alemania, regresó a su tierra natal para abrir El Patio, un proyecto que le permitió explorar y consolidar su identidad culinaria. Este restaurante, con su propuesta de menú degustación y platos casi monoproducto, puso a Natch en el mapa de la gastronomía regional.

Sin embargo, la pandemia de COVID-19 obligó a Nast y a muchos otros a replantearse sus modelos de negocio. La rigidez del Patio no le permitió adaptarse a las nuevas condiciones, lo que provocó su cierre. En respuesta, Natch se refugió en su otro proyecto, Al Calle, una fuente de soda con influencias asiáticas, que no sólo sobrevivió a la pandemia, sino que se convirtió en un modelo de negocio viable en tiempos difíciles.

Equipo Fine Dining Table: Cuéntanos, Benjamin, ¿qué te llevó a conceptualizar y crear Demencia después de tus experiencias previas con El Patio y Al Calle?

Benjamin Nast: Después de El Patio, que me permitió experimentar y formarme como cocinera, y Al Calle, que me salvó durante la pandemia, sentí la necesidad de crear un espacio que reflejara las necesidades del mercado post pandemia. La gente buscaba un lugar para compartir y disfrutar en compañía, más allá de la gastronomía. Así nació Demencia, un lugar de temática circense y lúdica, que combina la buena comida con la coctelería y las experiencias artísticas.

Equipo Fine Dining Table: ¿Cómo ves el futuro de la gastronomía en Chile y cuál crees que es el rol de Demencia en ese futuro?

Benjamín Nast: Veo un futuro muy prometedor para la gastronomía chilena, siempre y cuando sepamos vendernos mejor y poner en valor nuestros recursos, especialmente los productos del mar, que están entre los mejores del mundo. Demencia juega un rol crucial en este escenario al ofrecer una experiencia única que atraiga tanto a locales como a turistas. Mi objetivo es que, a través de este tipo de propuestas, logremos posicionar a Santiago y otras ciudades chilenas como destinos gastronómicos de primer nivel.

Chile y su potencial gastronómico
A pesar de contar con una de las mejores despensas de marisco del mundo, la gastronomía chilena sigue luchando por hacerse un hueco en la escena mundial. Nast destaca la falta de una identidad turística consolidada para Santiago y otras ciudades chilenas como uno de los principales obstáculos. La ciudad, tradicionalmente vista como punto de tránsito hacia destinos más conocidos como Torres del Paine o San Pedro de Atacama, tiene mucho que ofrecer, pero le falta el empuje necesario para atraer la atención internacional. El reto, según Natch, está en que los cocineros y restauradores chilenos se pongan la camiseta y promocionen activamente el valor de su gastronomía. La unificación del gremio y el apoyo gubernamental son cruciales para impulsar esta industria, que cuenta con productos de alta calidad y una creciente diversidad de propuestas culinarias.

Sin embargo, el éxito de proyectos como Demencia Demencia plantea importantes preguntas sobre el futuro de la gastronomía chilena: ¿Cómo puede Chile destacarse en el escenario internacional junto a sus vecinos como Perú y Argentina? ¿Cómo pueden los chefs y restauradores chilenos unir esfuerzos para promover la diversidad y calidad de su cocina? Estas preguntas reflejan una inquietud compartida por muchos en la industria, pero también apuntan un camino hacia el crecimiento y reconocimiento que la cocina chilena merece. Demencia es más que un restaurante; es el reflejo de la resiliencia y creatividad de un chef que ha sabido adaptarse a las circunstancias y escuchar las necesidades de su entorno. En un país con un inmenso potencial gastronómico, propuestas como Demencia son fundamentales para poner a Chile en el mapa de destinos culinarios imperdibles.

En definitiva, la historia de Benjamín y Demencia es una invitación a descubrir y valorar la rica tradición culinaria de Chile, que espera pacientemente ser redescubierta y celebrada por el mundo.

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