
La historia de Erre, el restaurante insignia de Ramón Freixa en Cartagena de Indias, comenzó hace doce años, cuando el reconocido chef español visitó por primera vez la ciudad. Fue un viaje breve, motivado por una invitación para abrir un restaurante en la Torre del Mar del Hotel Las Américas. Aunque Freixa nunca había estado en Cartagena, quedó cautivado por su gente, su calidez y la confianza de la familia Araújo, que le dio libertad para crear un espacio único en la región.
La evolución de una propuesta culinaria
Inicialmente, Erre se centró en la cocina española de alta gama, pero pronto adaptó su oferta a los gustos y tradiciones de la costa colombiana. Hoy, el concepto se define como "cocina territorial": una fusión de ingredientes locales con técnicas y esencia españolas. La carta incluye platos para compartir como arroces, carnes a la brasa y pescados enteros, destacando siempre el uso de productos colombianos.


Ingredientes que cuentan historias
Freixa hace hincapié en la calidad y singularidad de productos colombianos como la papa criolla, el palmito, el pirarucú y otros ingredientes emblemáticos. En Erre, la prioridad es el "kilómetro cercano", una apuesta por los productores locales y la cocina de proximidad, considerada por el chef como un deber tanto ético como gastronómico.
Innovación y tradición en cada plato
Entre las creaciones más destacadas está el arroz de coco con bogavante y lemon grass, una versión reinterpretada del socarrat, y el gofre de patata con salsa brava y tartar de cangrejo. Cada plato refleja la herencia y la técnica que Freixa adquirió durante su formación en Francia y Bélgica, así como la influencia de su padre, también chef con una estrella Michelin.


La alta cocina redefinida
Para Ramón Freixa, la alta cocina no es un concepto rígido, sino la alta costura de la gastronomía: la atención al detalle, desde el servicio hasta la presentación. Esta filosofía es evidente en todos los aspectos de Erre, lo que lo convierte en una referencia gastronómica en la región.
Además, tanto los platos principales como los postres de Erre responden a los más altos estándares gastronómicos. Este equilibrio garantiza una experiencia que no sólo sorprende con sabores salados, sino que también deleita a los paladares más exigentes con ofertas dulces, estableciendo Erre como un verdadero templo de la buena mesa.
Erre es mucho más que un restaurante; es un puente entre culturas, una celebración de los productos locales y una experiencia que resalta la magia de Cartagena de Indias en cada bocado.
por José de la Barra