MILA

Es imposible ignorar la abrumadora experiencia sensorial que espera a los comensales al salir del ascensor y entrar en este gran establecimiento. Con dos barras completas, una en el interior y otra en la terraza, es un lugar apreciado por la gente moderna y chic de la ciudad. Obras de arte talladas en madera, materiales naturales y abundante vegetación se combinan para crear un ambiente único. Desde aperitivos ligeros y ceviches hasta sushi y contundentes platos principales, la mejor manera de describir este menú es como una fusión de inspiración mediterránea y asiática. Los platos se disfrutan mejor compartiéndolos con amigos, como el Kofte de cordero asado en Robata con yogur de hierbas o la Ensalada de fideos Soba con alcachofas y pesto. Si consigue un sitio para el brunch, no se pierda los huevos Benedict, con un bollo de brioche, jamón de bellota y salsa holandesa de naranja sanguina.