Manizales tiene sabor: Una ciudad que aspira a ser reconocida por la UNESCO a través de su gastronomía

Manizales no es sólo el aroma del café en el aire, es el sabor de las montañas, de la tradición reinventada, de la innovación basada en el patrimonio. En los últimos años, esta ciudad enclavada en el corazón del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia ha ido configurando una identidad culinaria rica y diversa. Ahora, esa evolución culmina con un paso ambicioso: Manizales se postula oficialmente para convertirse en Ciudad Creativa de la Gastronomía de la UNESCO.

Esta visión no nace de una sola cocina, sino de un fuego colectivo alimentado por chefs, productores, líderes culturales y ciudadanos que entienden que la comida es algo más que sustento: es patrimonio vivo. Entre los protagonistas de este movimiento se encuentran los siguientes restaurantes destacados La Beautiful y Empiria Cocina Desnivelesdos proyectos culinarios que reinterpretan el alma de Manizales a través de la creatividad y el profundo respeto por los sabores locales.

La Beautiful ofrece una experiencia sensorial que desafía las convenciones. Su cocina juega con los ingredientes locales en platos visualmente impactantes, emocionalmente evocadores y profundamente arraigados en el lugar. Mientras tanto, Empiria Cocina Desniveles se ha convertido en un referente de la cocina de autor en la ciudad. Su propio nombre, que evoca tanto la escarpada geografía de la ciudad como su compleja identidad cultural, ofrece un viaje culinario que honra la tradición a través de técnicas modernas y una presentación que cautiva.

Ambos restaurantes se han incorporado recientemente a la prestigiosa Fine Dining Table un reconocimiento a su experiencia y audaz innovación. Sus menús no sólo han capturado el espíritu de Manizales, sino que también han sorprendido y deleitado los paladares de los expertos en alta cocina, poniendo a la ciudad en el radar de la escena culinaria mundial.

Esta candidatura de la UNESCO ha sido posible gracias a la colaboración de instituciones, cultores y amantes de la gastronomía decididos a enaltecer Manizales a través de su cocina. Entre los que han prestado su apoyo se encuentran Alexander de Mondeyque, aunque no fue una figura destacada en el proceso, contribuyó con sus esfuerzos y ayudó a sacar adelante la iniciativa.

Más allá del reconocimiento internacional, este esfuerzo busca posicionar a Manizales como un destino gastronómico creativo, sostenible e inclusivo, una ciudad donde la comida impulsa la innovación, el desarrollo comunitario y el orgullo local.

Porque Manizales no es sólo un lugar para vivir, es un lugar para saborear. Y está lista para que el mundo la descubra, bocado a bocado.